por Expansión
Los descubrimientos de nuevos yacimientos de petróleo y gas han caído a su nivel mínimo en 60 años, como resultado de que las empresas han reducido sus exploraciones y de que cada vez es más difícil encontrar grandes yacimientos. El año pasado sólo hubo 174 descubrimientos de petróleo y gas en el mundo, frente a una media de entre 400 y 500 por año hasta 2013, según la consultora IHS Markit. De esta desaceleración se desprende que el mundo dependerá cada vez más de los hidrocarburos no convencionales de EEUU para satisfacer la demanda de energía en las próximas décadas.

TIEMPO
El tiempo normal desde que se descubre un yacimiento hasta que empieza a producir es de cinco a siete años, de modo que el actual déficit implica una oferta menor en la próxima década. Sin embargo, hay señales de un repunte de la exploración convencional este año, dado que algunas empresas como Statoil, de Noruega, planean intensificar las actividades de perforación. Los descubrimientos llegaron a sus niveles mínimos en seis décadas en 2015, y el año pasado volvieron a caer hasta 8.200 millones de barriles de petróleo y gas.

CAMBIO ESTRUCTURAL
La desaceleración refleja tanto los recortes en la exploración que han hecho las compañías que luchan por mantenerse a flote después de la caída de los precios del petróleo y del gas natural como el cambio estructural en la industria hacia los hidrocarburos no convencionales, sobre todo en EEUU. La mayor parte de la exploración ahora es marítima, donde un solo pozo puede costar 150 millones de dólares, y la tasa de éxito de los pozos exploratorios es de alrededor de un 20%.

El gasto en exploración se redujo de 100.000 millones de dólares en 2014 a 40.000 millones el año pasado, según la firma Wood Mackenzie. Chevron redujo su presupuesto de exploración de 3.000 millones en 2015 a 1.000 millones al año en el período 2016-2017. ConocoPhillips se está retirando por completo de la exploración en aguas profundas.

Los descubrimientos de nuevos campos equivalen a 190.000 millones de barriles de petróleo y gas, gracias a los avances tecnológicos que han hecho posible la producción de hidrocarburos no convencionales. Poner a producir un pozo de esquisto en tierra puede costar entre cuatro millones y diez millones de dólares y puede realizarse en semanas, frente a los cinco o más años para los yacimientos en aguas profundas.

Wood Mackenzie espera una modesta recuperación en la actividad de exploración este año. Estima que se perforarán a nivel mundial más de 500 pozos en 2017, en comparación con 430 en 2016.

Los pozos previstos por ExxonMobil en Guyana, Eni en Italia, Statoil en el Mar de Barents y Kosmos Energy y su nuevo socio BP en Mauritania estuvieron entre aquellos con alto potencial de descubrimientos. Andrew Latham, jefe de investigación de exploración global de Wood Mackenzie, cree que las menores tarifas diarias de las plataformas de perforación y otros ahorros están permitiendo a las compañías lograr más por menos dinero.
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