por El Periódico de Aragón

Sin ser un consumo masivo, el autogás, el nombre empleado para los vehículos que funcionan con gases licuados del petróleo (GLP) –el butano y el propano– crece paulatinamente en España. De hecho, en la actualidad ya existen 557 estaciones de servicio que lo expenden.

Y el objetivo es superar los 1.000 puntos de venta el año que viene, según Santiago Pérez, nombrado recientemente director general de la Asociación de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP), integrada por Repsol, Cepsa, Disa, Primagás y Vitogás.

«Desde el sector se ve una oportunidad porque, a pesar de la apuesta por los vehículos eléctricos, el crecimiento del mercado no va al ritmo esperado. La solución inmediata disponible para reducir emisiones es el GLP», afirma.

A diferencia de lo sucedido con la red para abastecer a los coches eléctricos, en el caso del GLP, los operadores han optado porque haya suficientes puntos de suministro aunque los usuarios aún no sean muchos. La flota de vehículos con este tipo de combustible es de unos 50.000 en España.

En todo caso se trata del carburante alternativo «más utilizado en el mundo, con más de 25 millones de vehículos, de los cuales más de 15 millones están en Europa», según fuentes de Repsol, una de las compañías que más apuesta por este combustible, con más de 370 puntos de venta en todo el país.

El año pasado se destinó a gas vehicular el 3,2% del total de la producción de GLP en España, lo que significó 47.000 toneladas. La producción total de GLP en el 2016 fue de 1,44 milones de toneladas, de las que se importaron 513.000 y se exportaron 112.000, explica Pérez.

Más información en El Periodico de Aragón