por Ivana Haro/Aeescam
Las estaciones de servicio quieren competir en igualdad de condiciones. Para ello exigen a la Administración que regule el sector, para que al final sea el consumidor quien decida dónde repostar sin que sus derechos se vean mermados.

La Ley de medidas de apoyo al emprendimiento provocó un antes y un después en el sector de hidrocarburos, más concretamente en el de las estaciones de servicio, pues su puesta en marcha estimuló la entrada al mercado de las estaciones de servicio desatendidas. Estas se caracterizan por no disponer de ningún empleado, lo que se traduce en una bajada del coste final de los carburantes ya que “los costes de un empresario del sector son en un 60% costes de personal”, aseguró Víctor García Nebreda, secretario general de AEVECAR No contar con empleados en las EE.SS es una forma de operar que es rechazada por el sector.
La forma que tienen de operar en el mercado las gasolineras desatendidas es considerada por el sector tradicional como competencia desleal dado que incumplen normativas que son exigidas a las estaciones atendidas. De hecho ha sido esa competencia desleal la gran protagonista de la Jornada Los Retos de Las Estaciones de Servicio del Futuro celebrada el viernes 17 en el IFEMA de Madrid, bajo el marco del Mortortec automechanika (una feria sobre los servicios del sector de la automoción). Una serie de ponencias que tenían el objetivo de hacer saber a los espectadores cuál era el futuro del sector o las acciones más innovadores que están llevando a cabo las empresas, pero que se han visto eclipsadas con la presentación, por primera vez en un evento de estas características, de las gasolineras desatendidas.

Entre los más beligerantes con las estaciones de servicio desatendidas, estuvo García Nebreda, secretario general de AEVECAR que ha empleado tres argumentos principales:

• El hecho de que aparecer en el capítulo 13 de la ITC no las legitima, solo las regula, porque se pueden encuadrar dentro de “las instalaciones de suministro propio a vehículo de la propia empresa que funcionan en desatendido”.
• Vivir en un Estado de Derecho implica cumplir con “todas” las normas (haciendo referencias a la legislación que tienen actualmente en vigor varias comunidades autónomas españolas en las que obligan por ley a que las estaciones de servicio tengan al menos un trabajador) y “el día que se eliminen todas esas normas, como dice el informe de la CNMC en sus conclusiones, ese día a lo mejor funcionan las desatendidas, pero hoy en día ustedes las incumplen y esto es una realidad”.
• Existen derechos reconocidos en la Constitución, tanto a los consumidores como a personas con capacidades diferentes, que están por encima de argumentos de unidad de mercado. Todos queremos un mercado libre, pero no un mercado sin regulación y donde se puedan conculcar derechos fundamentales, además de producir un desempleo en el sector.

El presidente de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (AESAE), Manuel Jiménez Perona, ha dicho que de lo que se debe hablar es de particularidades competitivas de este modelo de negocio. ”Tiene una gran ventaja y es que su inversión representa un 50 % menos del valor de la inversión que una normal”. Jiménez Perona también ha destacado que se trata de un modelo de negocio legal, que ha surgido en un estado de derecho y que por lo tanto “una norma autonómica no puede vaciar de contenido una norma estatal” (haciendo referencia a las diferentes leyes vigentes en algunas comunidades autónomas que prohíben la instalación de estas estaciones al no tener al menos un empleado).

Más críticas a las gasolineras desatendidas
Una de las primeras asociaciones que ha querido poner negro sobre blanco en cuanto a la viabilidad de este modelo de negocio ha sido CEEES (Conferencia Española de Empresarios de Estaciones de Servicio). Su presidente Jorge de Benito Garrastazu, se reafirmó en su declaración de que las gasolineras desatendidas no tenían cabida en el sector por sus reiterados incumplimientos de las normativas que afectan a las gasolineras. Al final de su ponencia, ha querido volver a reproducir el vídeo que había puesto con anterioridad AESAE y llamar la atención sobre un momento concreto, en el cual se podía observar como al terminar de repostar y sacar la manguera se vierte al suelo gasolina. Benito lanzaba entonces una pregunta al aire “¿Qué pasaría si esto le ocurre a todos los usuarios (discapacitados o no) de este tipo de gasolineras?, poniendo encima de la mesa el incumplimiento de éste tipo de estaciones con la normativa medioambiental, que obliga a recoger ese tipo de residuo con materiales absorventes y almacenarlo en bidones para su posterior tratamiento en plantas especializadas.

Por último, Juan Santos, CEO de Gesdegas, ha resaltado la pérdida de puestos de trabajo que generan estas estaciones. Un factor que choca directamente con una de las ideas de su exposición, en la que defendía que las estaciones de servicio tenían que “mejorar en hora punta y que para hacerlo había que mejorar la gestión de los recursos humanos”.

Detractores y defensores de las desatendidas han podido expresar su opinión en la Jornada del motortec automechanika. Ahora la pelota está en el tejado de la Administración que tendrá que dar luz al asunto y regular el mercado de las estaciones de servicios para que el consumidor decida donde repostar sin que sus derechos se vean mermados.