La rebaja será «modesta y provisional», pero servirá para aliviar a los franceses cuando vayan a llenar el depósito del coche. El Gobierno francés bajará los impuestos que ahora se aplican a los carburantes para abaratar así la gasolina. La medida se incluye dentro del paquete económico que el Ejecutivo prevé desarrollar en esta recta final del año y cuyo calendario adelantó ayer.

El objetivo de estas medidas es dar oxígeno a los hogares, que al ver disminuir su poder adquisitivo, han moderado el consumo, lastrando así la actividad económica, que lleva estancada desde marzo. El control del precio del combustible era una promesa electoral de François Hollande, que había dicho que bloquearía el precio del mismo para hacer frente a la escalada del petróleo, que ha registrado estos días picos históricos.

Finalmente ha optado por la rebaja en las tasas, una medida transitoria hasta que se cree «un mecanismo que regule los precios», dijo Ayrault a la cadena BFMTV. El francés, que presidió el primer consejo de ministros tras las vacaciones, no detalló la cuantía de esta rebaja «modesta», ni el tiempo que se prolongará el remedio económico.

Según un experto citado por el periódico Le Monde, todo apunta a que afectará a la llamada tasa interior sobre el consumo de productos petroleros que, junto con el IVA y el impuesto por actividades contaminantes, se aplica a esta materia prima. Este gravamen reporta 23.900 millones de euros, de los cuales el Estado retiene 14.200 millones. El recorte se aplicaría sobre este montante, lo que repercutirá en las cuentas estatales.

Entre las medidas también anunciadas está el aumento en el techo establecido en la llamada libreta A, la principal fórmula de ahorro utilizada por los franceses y que sirve para financiar la vivienda protegida. El Gobierno subirá el tope fijado actualmente en los 15.000 euros hasta los 19.000 con el objetivo de construir 150.000 nuevos pisos de media al año. El paquete otoñal lo completa una ley para la creación de 150.000 empleos para jóvenes en 2013 y 2014, así como la reforma del sistema bancario, que se presentará antes de que acabe el año.

París es consciente de que la coyuntura no acompaña y podría revisar a la baja su previsión de crecimiento. Con el PIB estancado hasta septiembre, los expertos juzgan optimistas los cálculos gubernamentales, que estiman un avance para la economía del 0,5% este año y del 1,2% el que viene.

El Gobierno presentará su ley de presupuestos para 2013 en la última semana de septiembre. Según Ayrault, esta norma incluirá «una reforma fiscal más justa y eficaz» y «un esfuerzo equilibrado» que incluye recortes en los gastos, porque «la tarea que se avecina es vasta y exigente».