Junto con el crecimiento orgánico, la vía inorgánica (M&A en sus siglas en inglés) no representa únicamente una manera rápida de crecer, sino una herramienta que permite a las compañías de cualquier sector y, del sector energético en particular, adaptarse de una manera rápida y ágil a nuevas tecnologías, cambios regulatorios y cambios en el mercado mediante la integración de compañías complementarias.

Aspectos tales como la descarbonización, la seguridad del suministro y la generación a través de fuentes renovables, el cambio regulatorio son temas de especial trascendencia en la actualidad para el sector energético y que, sin duda, pueden terminar impactando de manera notoria en el mercado de transacciones de los próximos años. Ya son muchas las compañías del sector que han manifestado su inquietud ante estos aspectos y que están trabajando tanto internamente como en la búsqueda activa de oportunidades para dar respuestas a los retos existentes.

El Acuerdo de París, de 22 de abril de 2016, fijó el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC entre los años 2050-2100. Entre otras medidas, estos acuerdos se han traducido en un consiguiente aumento del peso de las energías renovables (en sus diferentes tecnologías) sobre el mix energético total.

En este escenario, España se mantiene firme en su objetivo de descarbonización, debería emitir dentro del año 2050 menos de 88 MteqCO2 (frente a los 336 MteqCO2 emitidos en 2015) y se prepara para la transición de su modelo energético. Por ello, el marco regulatorio que rige las emisiones es un elemento crucial en las decisiones de inversión a largo plazo que las empresas deben realizar.

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