Junio no es un mes cualquiera en el Mundial de Fórmula 1. El sexto período del año rubricará de manera oficial, después de muchos retrasos, el reglamento deportivo, financiero, y técnico que gobernará al 'Gran Circo' a partir de 2021, en su misión por devolver la igualdad al campeonato.

Unas reglas que serán aprobadas por el Consejo Mundial de la FIA el próximo 14 de junio, si bien en caso de que haya discrepancias entre los equipos, la FIA y Liberty Media, existe la fecha límite del 30 de junio para negociar cualquier modificación. Después de este plazo, cualquier reforma planteada deberá ser aprobada por mayoría.

Más allá de intentar conseguir monoplazas que puedan rodar más juntos sin perder tanta carga aerodinámica mediante alerones más pequeños o una restricción en la distancia entre ejes, la mayor revolución en la parrilla llegará de un elemento que normalmente no acapara la atención de los aficionados.

Según informa 'Auto Motor und Sport', la Fórmula 1 quiere ser más sostenible y el objetivo a largo plazo es que las unidades de potencia funcionen con combustible sintético o neutro en carbono en cuyo proceso de fabricación capturan CO2.

Remarca esta publicación el concepto "a largo plazo" porque su introducción en la parrilla sería gradual, ya que a día de hoy este tipo de gasolina aún no está disponible en cantidades suficientes para cubrir una temporada completa, así como los múltiples test que realizan los fabricantes en los bancos de pruebas para perfeccionar sus propulsores.

Un contratiempo que ya trabaja arduamente la Asociación de Fabricantes de Combustible en solucionarlo. Esta entidad ha aprobado un plan para agregar un 20% de este tipo de comburente a la gasolina de 2021, e ir aumentando esta cuantía cada año, preferiblemente en incrementos del 10%.

¿Cómo se fabrica un combustible sintético o neutro en carbono?
En un edificio especial que utiliza la electricidad producida por las energías renovables, se separan las partículas de hidrógeno del agua para combinarse con el CO2 reciclado de otras técnicas industriales y las moléculas de dióxido de carbono apresadas en los filtros de aire, dando como resultado un producto, que sin necesidad de alterar sus componentes internos, puede impulsar cualquier tipo de motor.
Más información:
https://as.com/motor/2019/06/03/formula_1/1559539345_157660.html