Las compañías petroleras internacionales (IOC, por sus siglas en inglés) se muestran cautelosas a la hora de invertir en proyectos energéticos de bajas emisiones por el aumento del coste del capital, lo que merma su rentabilidad en comparación con los proyectos de petróleo y gas de ciclo corto, a lo que se suma, además, la incertidumbre por las materias primas, advierte Marlen Shokhitbayev, responsable de calificaciones corporativas de Scope Ratings.

El analista explica que el repunte de la inflación en los últimos 18 meses ha provocado un endurecimiento de la política monetaria y un aumento de los tipos de interés, lo cual ha encarecido el coste de las acciones y las deudas.

Esto ha afectado también al sector de las energías renovables, por lo que lograr ya una rentabilidad de los fondos propios superior al 10% en proyectos solares o eólicos en países desarrollados solo es posible aumentando el apalancamiento, algo menos atractivo que antaño.

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