El pequeño comercio madrileño, agrupado en el Foro de Empresarios de Comercio Urbano (FECUR), que reúne a 70.000 establecimientos de la región, ha manifestado este jueves su "indignación" ante la aprobación en la Asamblea de Madrid de la Ley que contempla, entre otros aspecto, la liberalización de los horarios comerciales.

Una encuesta realizada por FECUR desmonta, en su opinión, uno de los argumentos del Gobierno de la Comunidad de Madrid, según el cual se creará empleo con las liberalización de los horarios.

"Mientras que los pequeños no podrán ampliar la jornada a los empleados, las grandes superficies abrirán más horas, pero manteniendo sus plantillas. Si tenemos en cuenta que el pequeño comercio agrupa el 80 por ciento del empleo en este sector, las consecuencias de la nueva legislación podrían traer el cierre de muchos establecimientos, y por tanto, la pérdida, según, los pequeños comerciantes de un total de 40.000 puestos de trabajo", ha calculado la asociación.

El portavoz de FECUR, Luis Pacheco, ha explicado que los comerciantes están actuando "con gran responsabilidad y mesura, que la presidenta del Gobierno Regional no lo ha valorado". "Nos sentimos poco respetados porque siendo los principales afectados por estos cambios legales no nos han querido escuchar", ha indicado.

Para los representantes del comercio urbano agrupado en FECUR, la nueva normativa "ahonda en los privilegios" que tienen las grandes superficies frente a los medianos y pequeños. "Existe una muy baja protección de las tiendas a pie de calle, porque hay muy poca legislación, y nunca han existido medidas de apoyo, que sí se han dado en otros sectores", han señalado.

Para los pequeños comerciantes, la principal amenaza para la supervivencia de sus negocios son las grandes superficies (un 53 por ciento), muy por delante de la bajada del consumo (26 por ciento), y las normas de la administración (un 14 por ciento), como es el caso de la nueva Ley.

"NO ES LO MISMO IR DE COMPRAS QUE HACER LA COMPRA"

Además, los comerciantes han mostrado su "indignación" por que defienden que los establecimientos dedicados al sector de la alimentación no debían de tener el mismo tratamiento que el resto de tiendas.

"Por abrir más horas, no se van a comprar más alimentos. Hay que distinguir entre hacer la compra e ir de compras, son dos conceptos diferentes", portavoz de FECUR.

Por otro lado, ha indicado la necesidad de establecer un Plan Urgente de medidas incentivadoras que impulsen el consumo "y puedan salvar la dramática situación que vive en comercio, ante los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas, que señalan que las ventas del comercio al por menor han registrado un descenso del 5'9 por ciento en los cuatro primeros meses de este año con respecto al mismo periodo de 2011".