Javier González Navarro/ABC

El 1 de enero aumentará la fiscalidad en los carburantes, pero no con la misma intensidad en todas las comunidades autónomas. Esto se debe a que los Presupuestos del Estado del Gobierno de Rajoy aprobados por el Congreso el pasado 23 de mayo recogen una armonización del tramo autonómico del impuesto Especial sobre Hidrocarburos, gravamen que aplican todas las regiones sobre la gasolina y el gasóleo excepto Castilla y León, Cantabria, La Rioja, Navarra, País Vasco y Canarias. Además, entre las que tienen este impuesto, unas lo hacen conel tramo más alto, de 4,8 céntimos de euro por litro, y otras con tramos más bajos de 3,84 y 1,7 céntimos.
Esta situación -que tiene su origen en el «céntimo sanitario» que aprobó el Gobierno de Aznar en 2002- ocasiona desde entonces un efecto frontera entre las regiones que no tienen este impuesto, o lo tienen en la horquilla más baja, y las que lo tienen. El problema ha sido criticado por las petroleras, los empresarios de estaciones de servicio y los conductores de flotas.
Lo que hacen los Presupuestos es eliminar ese desequilibrio, igualando el citado tramo autonómico. La cuestión es que esa necesaria armonización se hace utilizando el tramo más alto de la horquilla, por lo que se encarecerán los precios de los carburantes en la mayoría de las regiones, especialmente en Castilla y León, La Rioja, Navarra, País Vasco, Cantabria y Canarias, donde el tramo autonómico es de 0 céntimos de euros por litro.
Actualmente hay un impuesto estatal general que grava la gasolina sin plomo de 95 octanos con 40,07 céntimos el litro y 30,7 céntimos el del gasóleo. También está el tipo estatal especial, de 2,4 céntimos de euro por litro para ambos carburantes. En paralelo a este impuesto está el tramo autonómico, que va de 0 a 4,8 céntimos. Este se sumará ahora al tipo estatal especial, por lo que, desde el 1 de enero pasará a ser de 7,2 céntimos de euro por litro.
Es decir, la gasolina de 95 octanos tendrá una fiscalidad de 47,27 céntimos por litro y el gasóleo de 37,9 céntimos. Además, hay que sumar el IVA, que es del 21%. Esto supone que el 56% del precio de venta al público de la gasolina son impuestos, porcentaje que es del 52% en el gasóleo.
El Ministerio de Hacienda que dirigía Cristóbal Montoro explicó que la armonización al alza se enmarcaba en la normativa europea y tenía como objetivo garantizar la unidad de mercado. Además, los recursos que se obtengan por esta subida irán íntegros a las comunidades autónomas.
Aquellos Presupuestos recogen un aumento de la recaudación del impuesto sobre Hidrocarburos de 689 millones, hasta los 11.570 millones. Como las comunidades tienen el 58% de los ingresos -el resto lo recauda el Estado- y ante el aumento del tipo a las que les repercute, sus ingresos recogerán un alza de 390 millones en 2019, según las cuentas del PP.
Mayor impuesto al gasóleo
El incremento de la fiscalidad de los carburantes no acaba aquí, ya que en los próximos meses el Gobierno socialista elevará el impuesto del gasóleo. En principio, serán 3,8 céntimos más cada litro (desde el 1 de enero son 37,9 céntimos). La intención del Ejecutivo de Pedro Sánchez es igualar progresivamente la fiscalidad de este combustible al de la gasolina (47,27 céntimos). Asimismo, contribuye adesincentivar el consumo de gasóleo, carburante que ha sido puesto en la picota por la UE en general y por el Ministerio de Transición Ecológica español en particular.