El Gobierno sigue deshojando la margarita de una posible subida del IVA y parece que, por momentos, y especialmente tras las nuevas exigencias de Bruselas a cambio de la relajación en los objetivos de déficit, el sí a un alza del tributo vuelve a ganar enteros. El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha asegurado que el Gobierno se está planteando una posible subida del IVA compensada por una reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social. «Una devaluación fiscal», ha dicho García-Legaz en la Comisión de Presupuestos del Senado, donde ha recordado que todos los organismos internacionales recomiendan este tipo de medidas para poder reducir los costes laborales de una economía.

Legaz ha defendido el Presupuesto «equilibrado» de su Secretaría de Estado, que elimina «lo prescindible», pero mantiene las políticas de apoyo al comercio y aumenta la eficacia de los programas. Así, se ha reducido el conjunto de programas de esta Secretaría de Estado, lo que obliga a hacer «más con menos», aunque la reducción de los programas de internacionalización es «sensiblemente inferior» al resto por una cuestión estratégica.

La principal prioridad del Presupuesto de la Secretaría será apoyar al pequeño comercio en un contexto de crisis, fomentando, sobre todo, su financiación a través de varias vías para que puedan hacer reformas, nuevas aperturas o financiar gastos corrientes. Una de estas vías será la línea ICO-liquidez, que permitirá financiar unas 2.300 operaciones, según García-Legaz, y la financiación del circulante en aquellas operaciones que resulten atractivas para el sector del comercio.

Preguntado por los horarios comerciales, García-Legaz ha asegurado que el objetivo del Gobierno es obtener un gran consenso con todas las partes implicadas (comunidades autónomas y grandes superficies) para conciliar la flexibilidad de horarios que demandan los consumidores con las necesidades de los pequeños comercios y evitar una libertad adicional que pueda provocar problemas.