Este informe, publicado en el primer aniversario del escándalo de Dieselgate, expone la sorprendente cantidad de autos diésel sucios en las carreteras de la UE y la débil regulación de los autos por parte de las autoridades nacionales que se han centrado en proteger sus propios intereses comerciales o los de los fabricantes nacionales de automóviles. En los EE. UU., Tras la revelación de que VW había realizado pruebas de emisiones, la justicia se ha entregado de manera rápida y efectiva. Esto contrasta claramente con Europa donde VW afirma que no ha actuado ilegalmente, no se han impuesto sanciones ni se ha proporcionado compensación a los clientes.

Pero el hecho de no penalizar a VW en Europa es la punta del iceberg de Dieselgate, con un estimado de 29 millones de automóviles diésel modernos altamente contaminantes ahora en uso, un número que sigue creciendo. Más de cuatro de cada cinco autos que cumplen con el estándar Euro 5 para NOx en el laboratorio (180 g / 1,000 km), y se vendieron entre 2010-14, en realidad producen más de tres veces este nivel cuando se conduce en la carretera. Dos tercios de los autos Euro 6 (la mayoría en venta desde 2015) todavía producen más de tres veces el límite de 80 g / 1,000 km cuando se conducen en la carretera. El 69% de los coches diesel sucios se vendieron en Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido. Estos estados miembros también aprobaron la mayoría de los vehículos diesel contaminantes para la venta.

Accede al informe completo en: https://www.transportenvironment.org/publications/dieselgate-who-what-how