Los futuros de petróleo no saben hacia dónde tirar. A la incertidumbre ya casi crónica sobre la demanda por la crisis del covid, se le ha sumado el colapso del Canal de Suez, que llevó al crudo a ganar un 5% en un día, las noticias sobre la liberación del Ever Given que produjeron cierta presión bajista sobre el crudo y todavía queda el plato fuerte: la reunión mensual de la OPEP y sus aliados. El resultado de la reunión será vital para para el futuro a corto plazo del precio del crudo.

Este jueves tiene lugar la reunión en la que el cártel debe decidir si mantiene los recortes actuales (unos 8 millones de barriles diarios o mbd) o si incrementa la producción en 500.000 barriles como ya hiciera en enero. Hasta hace dos semanas todo hacía indicar que la OPEP iba a abrir las espitas, pero en cuestión de días el escenario ha cambiado de forma importante.

La situación es delicada, pues el petróleo ha sido víctima de una enorme volatilidad en medio de una maraña de noticias sobre el exceso de inventarios, el colapso y liberación del Ever Given, y ahora la reunión de la OPEP para cerrar la semana.

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