Aunque iniciar septiembre y un nuevo curso siempre cuesta un poco, es probable que el verano recién concluido sea recordado en el futuro como el verano en el que todo cambió. No será un cambio súbito en el que la crisis se esfumara por arte de birlibirloque, pero todo apunta a que "la recesión ya ha quedado atrás" y que "España ya ha tocado fondo". Lo dice un informe de Morgan Stanley sobre la economía española publicado ayer, cuyas previsiones se parecen mucho a las de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Ambas entidades coinciden en que la tasa de crecimiento será positiva en el tercer trimestre. Es decir, que la recuperación se acerca.

Lo primero en lo que ambos análisis están casi milimétricamente de acuerdo es la caída del PIB en 2013: Morgan Stanley calcula que bajará un 1,5% y Funcas un poco menos, el 1,3%. El propio Gobierno señala esta segunda cifra en sus previsiones. Respecto al año que viene, el banco de inversión avanza que el PIB crecerá el 0,8% y la Fundación cree que lo hará en un 1%, el mismo porcentaje que la semana pasada apuntó el servicio de estudios de BBVA

Los tres son más optimistas que el Ejecutivo, cuyos cálculos se sitúan de momento en un aumento del 0,5%, aunque el ministro de Economía, Luis de Guindos, adelantó el pasado miércoles que la cifra se revisará "ligeramente al alza".

CICLO ESTABILIZADO
El informe de Morgan Stanley, bajo el ilustrativo título deLa nueva España, revela bastante optimismo al afirmar que "el ciclo económico se ha estabilizado" y que, "tras un crecimiento cero en el tercer trimestre, se producirá un aumento secuencial antes de fin de año". Además, señala rotundo que ?las reformas estructurales han progresado más que en ningún otro lugar de la periferia de Europa", a pesar de que "los mercados financieros han infravalorado" algunos puntos positivos, como por ejemplo "el aumento de la competitividad mediante la moderación de los salarios y la reforma laboral". Gracias a estos factores, "los motores del crecimiento se han trasladado de la demanda interna a las exportaciones".

El sector exterior, en efecto, es una de las estrellasde la recuperación económica, tal como subrayan ambos informes. El de Funcas apunta que "el saldo de la balanza de pagos por cuenta corriente, así como la capacidad de financiación frente al exterior, serán positivos y crecientes este año y el próximo".

De momento, los datos invitan al optimismo: el saldo por cuenta corriente (la diferencia entre los capitales que entran y salen del país) obtuvo un superávit de 1.357 millones de euros entre enero y junio, frente al déficit de 16.798 millones obtenido en el primer semestre del año pasado. Según los cálculos del Ministerio de Economía, la economía alcanzará un superávit financiero del 2% del PIB a finales de este año. Es decir, que en España, de momento, seguirá entrando más dinero del que sale, lo cual fortalece la capacidad del país de financiarse con sus propios ahorros y no depender tanto de inversores externos. Además, las exportaciones van viento en popa: tras crecer un 3,4% en 2012, han experimento un crecimiento récord en el primer semestre del año.

EMPLEO
Si bien estas variables económicas están volviendo poco a poco a un estado saludable, la más importante de todas sigue sin remontar el vuelo: el empleo. Funcas reconoce que "empezará a crecer a mediados de 2014, pero su tasa de crecimiento para el conjunto del año volverá a ser negativa". La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha recordado varias veces que para crear puestos de trabajo es necesario que la economía crezca por encima del 1% del PIB. Y aunque el paro haya bajado en un mes de agosto por primera vez en trece años, tan solo lo haya hecho en 31 personas.

Morgan Stanley explica que "el desempleo no se reducirá sustancialmente durante los próximos dos o tres años, y seguirá afectando a más del 20% de la población activa durante un extenso período de tiempo". El análisis no deja lugar a dudas: el paro "es el mayor peligro de España en el medio plazo, y sus consecuencias tienen un amplio alcance: debilidad del consumo, volatilidad de los ingresos fiscales y posible riesgo para la estabilidad social".