La mayoría de los expertos coincide en señalar que el camino hacia una movilidad sostenible pasa por una convivencia entre diferentes alternativas energéticas. De esta forma, a corto y medio plazo coexistirán combustibles tradicionales cada vez más eficientes y otras opciones como el hidrógeno renovable, los biocombustibles avanzados o los combustibles sintéticos, con una presencia ‘in crescendo’ de la recarga eléctrica, sobre todo entre los vehículos ligeros.

¿Dónde y cómo podrán acceder los conductores a estas energías? Los principales puntos de suministro seguirán siendo las “gasolineras”, que en los últimos años se están convirtiendo en “estaciones de servicio conectadas e inteligentes”. En ellas podrán recargar o repostar todas las energías que harán posible la reducción de emisiones del transporte, pero también, gracias a la digitalización, acceder a múltiples servicios pensados para los nuevos consumidores digitales.

SUMINISTRO DE TODO TIPO DE ENERGÍAS

La energía alternativa más conocida es la electricidad. En este caso, el reto del sector es conseguir que los conductores tarden lo menos posible en recargar. “Hasta ahora, en las gasolineras se repostaba en menos de dos minutos y con el coche eléctrico esto ya no es así. Las estaciones de servicio tendrán que ser polivalentes y amoldarse a los diferentes tipos de consumidores y a sus automóviles, apostando por la carga rápida, a partir de 44 kilovatios”, explica Manuel Abeledo, ingeniero del área técnica de la Fundación Renovables.

Puedes leer el artículo completo de El Confidencial a través de ESTE ENLACE.