Una cuarta parte de las emisiones de CO2 en el mundo tienen su origen en el transporte, sobre todo por carretera. Los coches con motor de combustión impulsados por carburantes fósiles son los mayores causantes de esa contaminación.

Según la Agencia Internacional de la Energía, los combustibles renovables serán clave a la hora de descarbonizar las economías y alcanzar el objetivo marcado por la ONU de cero emisiones de CO2 en 2050. Y es que, pese al avance de la electrificación, se estima que dos tercios del consumo energético final en 2040 provengan todavía de fuentes no eléctricas.

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