Acaba otro año y toca hacer un pequeño balance de cómo ha resultado, sobre todo en lo que a nuestro sector se refiere.
Ante todo, hay que decir que ha habido dos capítulos que se han cerrado después de mucho tiempo de negociaciones en un caso y de especulaciones en el otro.
Me refiero, en primer lugar, al Convenio Colectivo que por fin se firmó el 25 de julio y que da una relativa tranquilidad al sector, ya que a finales del próximo año habrá que empezar a negociar el siguiente Convenio, puesto que el que se ha firmado tiene vigencia hasta el 31 de diciembre del 2.018. Creemos que se ha firmado un Convenio correcto, que ha dejado contentos y descontentos a todos, como no puede ser de otra manera.
El segundo capítulo corresponde a la aprobación de la ITC 04, nuestra norma de referencia para la seguridad industrial y medioambiental, que entró en vigor el pasado 2 de noviembre, después de pasarse demasiado tiempo en un cajón desde que se acabó su redacción, que fue a finales del 2.013, lo que la hace nacer casi al mismo tiempo de que se haga necesaria su primera revisión. Cosas de la política que a veces son difíciles de comprender, nos consta que si hubiera sido por los técnicos del Ministerio se habría aprobado mucho antes.
En todo caso, la norma aporta novedades interesantes, sobre todo la incorporación de avances tecnológicos que, por ser la anterior norma del año 1.999, no estaban en nuestra legislación. Regula el control continuo de existencias por medio de sondas electrónicas y especifica claramente los requisitos para ello. En cuanto a las instalaciones desatendidas, aumenta los requisitos de seguridad necesarios para que puedan funcionar, aunque hay algunos aspectos, como la extinción de incendios por medios automáticos, que quedan sin resolver, ya que de haber un viento superior a 18 km por hora no aseguran su correcto funcionamiento, y en nuestro país se supera esa velocidad muchos días del año y en todas las poblaciones.
En todo caso, el hecho de que la ITC 04 regule las instalaciones desatendidas, que siempre existirán en consumos propios y empresas de transporte, no supone que las autorice automáticamente para la venta al consumidor final, como ya ha explicado en numerosas ocasiones el propio Ministerio de Industria. Se elaborará una Guía para que la aplicación de la ITC sea lo más homogénea posible en todas las Comunidades Autónoma, esperemos que alcance el consenso suficiente para que efectivamente sea así.
En lo que respecta a las ventas, es cierto que en el cómputo general han aumentado. El problema es que también ha aumentado de una manera importante el número de puntos de venta, provocado por la original normativa española, que va en sentido contrario al resto de países de nuestro entorno en los que se está reduciendo el número de instalaciones para ir a una red mejor dotada y más sostenible, es decir a lo que existía en nuestro país y que con las reformas que ha realizado este Gobierno desaparecerá en una buena parte. Ya se sabe que “España es diferente” y que cuando nos da por inventar no hay quién nos pare. Además, se ha conseguido algo realmente notable, se ha aumentado en 700 puntos aproximadamente la red y se ha reducido el número de empleados en 2.500 y todo eso se ha logrado con una reforma que se titulaba algo así como medidas para el fomento del empleo. Lo dicho la originalidad al poder.
En fin, que se ha acabado el 2.017, pero empieza el 2.018 casi con las mismas cuestiones anteriores, por lo que podéis dar por descontado que seguiremos defendiendo a los empresarios de nuestro sector y al sector en general, lo mejor que sepamos y con todo el esfuerzo que sea necesario.
Os deseamos que paséis unas felices fiestas en compañía de vuestros seres queridos y que el año próximo venga cargado de buenaventura y felicidad para todos.