C. de Miguel. Frankfurt. /La Razón
“El diésel sigue siendo una apuesta segura”. Es la opinión firme y razonada de Luis Antonio Ruiz, uno de los directivos del sector del motor con mayor experiencia y con una larga trayectoria en varias empresas multinacionales de la automoción. En contra de algunas opiniones de políticos que han sembrado la incertidumbre entre los compradores, el presidente de Jaguar-Land Rover mantiene que, por lo menos, hasta el año 2050 no podremos prescindir de los motores de combustión interna y que, los actuales diésel, sometidos a las últimas regulaciones respecto a emisiones, son incluso más limpios que los motores de gasolina.
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Las declaraciones de algunos políticos "demonizando" el diésel no hacen más que, en su opinión, crear una incertidumbre en el consumidor que está perjudicando mucho a las ventas y, por tanto, al sector del automóvil en general que tanta importancia tiene para la economía española. “Un diésel moderno tiene similares emisiones de Nox que un gasolina y menos emisiones de CO2. Por ello, estamos viendo que, con el incremento de las matriculaciones de coches de gasolina y el descenso de los diésel, la huella de contaminación en España está subiendo. Se equivoca quien no ve diferencias entre los motores diésel actuales y los antiguos”.
Esta situación en contra del diésel está perjudicando seriamente a las empresas. “Especialmente -añade- a los que venden coches de mayor tamaño y cilindrada ya que en los segmentos superiores el peso del diésel podría llegar al 95%. Por ello, la influencia de esta guerra es mayor en estos casos y por ello las ventas de las marcas “premium” este año caerán el doble que el conjunto del mercado, que se espera retroceda en unos 8 puntos respecto al pasado ejercicio”.
Por ello, en su opinión la solución pasa por sacar del mercado a los coches más antiguos, que son los que más contaminan. “Establecer incentivos únicamente para los coches eléctricos es un error ya que, al menos por el momento, son caros y en España carecemos de la infraestructura adecuada para su normal funcionamiento. Lo lógico sería incentivar a los coches menos contaminantes siguiendo el criterio de las etiquetas de circulación. Sin distinguir el tipo de combustible utilizado. Sólo midiendo lo importante, que son las emisiones que provocan. Y lógicamente, exigiendo que se achatarre un coche antiguo y vigilando que efectivamente se realiza el achatarramiento, cosa que a veces no pasa. Creo que el próximo Gobierno, sea de la tendencia que sea, debería abordar este problema”.
Incertidumbre y subida de precios
Para Luis Antonio Ruiz se han creado una serie de incertidumbres en el consumidor que se están notando seriamente en el mercado, que finalizará el año con una caída entre 8 y 10 puntos. A la incertidumbre sobre la situación política se une la económica y la del futuro del diésel y de la circulación de coches en el año 2040. “Algo absurdo, ya que faltan aún 20 años y la vida media de un automóvil en España es de doce. Y luego está la posibilidad de fuertes multas a los fabricantes cuando, tras la moratoria que finaliza en diciembre del año que viene, no se lleguen a los niveles que establece el reglamento del WLTP. Esto podría acarrear un incremento de los precios de los automóviles en el futuro en una proporción no despreciable, de al menos un 5%. Bien porque los fabricantes repercutan el importe de las sanciones directamente en el precio final, bien porque se vean obligados a invertir más en I+D para reducir las emisiones. Y este esfuerzo económico perjudicará lógicamente a los coches más pequeños, que son los menos eficaces y los que llevan menos tecnología”.
Por último, respecto al Brexit, que afecta directamente a la empresa que dirige en España ya que es de origen británico, L.A. Ruiz cree que el previsible establecimiento de aranceles repercutirá lógicamente en el precio final del producto, lo que puede acarrear un nuevo descenso de las ventas.