¿Podemos con­fiar en el su­mi­nistro de ener­gías verdes en un fu­turo al al­cance de la mano? Mientras las com­pañías oc­ci­den­tales se pre­paran para un fu­turo con bajas o nulas emi­sio­nes, las ener­gé­ticas es­ta­ta­les, la saudí en primer lu­gar, si­guen apos­tando por el gas y el pe­tró­leo. Las ener­gías ver­des, según ellas, no po­drán cu­brir la de­manda mun­dial en un pró­ximo fu­turo.

Las dos principales compañías privadas, la estadounidense Exxon Mobil y la europea Shell, se preparan para un futuro descontaminado. La saudí Aramco, propiedad estatal, apuesta por mantener, incluso aumentar, su ritmo de extracción.

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