El secretario general de la Agrupación Española de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar), Víctor García Nebreda, lamenta que el RD-l 6/2022 se haya redactado de forma precipitada, sin consultar a las asociaciones sectoriales y, sobre todo, se haya aplicado sin dar tiempo a las gasolineras a prepararse para las medidas recogidas en él. García Nebreda considera que “más que hablar de otras medidas, lo que había que haber hecho es ponerlas en marcha de una manera más ordenada, menos precipitada y contando con el sector”.

Ante el caos provocado por la precipitada la aplicación del RD-l 6/2022, Aevecar propone la creación de una ventanilla única a través de la cual se puedan solucionar los problemas generados por la aplicación del mismo; apoyo financiero, sin costes adicionales, para las empresas que hayan visto comprometida su tesorería debido al adelanto de la bonificación y, también, flexibilidad por parte de las delegaciones territoriales de la Agencia Tributaria a la hora de aplicar sanciones o multas motivadas por los cambios introducidos en los procesos de facturación para poder aplicar la bonificación de los 20 céntimos.

¿Cuál es su opinión sobre el RD-l 6/2022 y, más concretamente, sobre la bonificación de 20 céntimos de euro por litro/kilo de combustibles y de urea para automoción?
Creo que las medidas contempladas en el Real Decreto ley son similares a las tomadas en otros países y seguramente alivien en cierta medida a empresas y ciudadanos, porque la rebaja de 20 céntimos es importante, lo que pasa es que se ha hecho de forma precipitada y sin tener en cuenta al sector y, lo que es más grave, sin darle tiempo a prepararse para las medidas que establece. En ese sentido parece que no ha sido nada afortunado.

Además del escasísimo tiempo que tuvo el sector para adaptarse a las exigencias que establecía el citado RD-l, totalmente insuficiente, ¿cuáles son, en su opinión, las principales carencias de esta medida?
Una carencia muy importante es la falta de concreción en alguno de sus artículos y el uso de conceptos, como el de consistencia, que son totalmente subjetivos y que a lo único que contribuye es a crear inseguridad jurídica. Por otra parte, carece de un protocolo claro y concreto para todo lo que se refiere a devoluciones. Además, el anticipo establecido en el Real Decreto ley ha sido claramente insuficiente, porque no se ha consultado al sector y seguramente se ha calculado por personas que no conocen la realidad del mercado ni la estacionalidad de las ventas.

¿Cuáles fueron las principales dificultades a las que tuvieron que hacer frente las gasolineras durante las primeras semanas de aplicación de esta bonificación?
Sin duda, hubo dos grandes problemas. Por un lado, la falta de liquidez de muchas empresas que son pymes o micropymes y que no disponen de reservas de tesorería, pero también la de otras empresas de mayor tamaño, pero que -lógicamente- no tenían en sus previsiones financieras tener que adelantar dinero a sus clientes. Por otra parte, el caos administrativo provocado por la inmediatez de su entrada en vigor y la dificultad para facturar conjugando los descuentos habituales y la bonificación del Real Decreto ley.

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