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21 de Julio de 2022 | Categoría: Actualidad
La Unión Europea y Rusia tienen subrayado en rojo el jueves 21 de julio, día en el que Moscú se verá obligada a mover pieza en la partida que juegan con el gas. La revisión anual del gasoducto Nord Stream, por donde pasa un tercio del gas ruso que importa el bloque comunitario, concluye esa fecha, y Bruselas teme que el Kremlin justifique la suspensión de su suministro por tiempo indefinido. Sin embargo, la agencia Reuters ha sido categórica y asegura que este jueves volverá a operar con normalidad tras consultar a dos fuentes familiarizadas con la gestión de la infraestructura.
Las tareas de mantenimiento comenzaron el 11 de julio. Una parada programada, pero repleta de incertidumbres tras los boicots vividos en los últimos meses a raíz de la ofensiva sobre Ucrania y las sanciones impuestas por ello. El comisario europeo de Presupuestos, Johannes Hann, advirtió este martes de que el bloque comunitario ha previsto el peor escenario de todos. “Estamos trabajando bajo la premisa de que no volverá a funcionar y en ese caso, se deben tomar ciertas medidas adicionales”, señaló.
La Unión Europea se prepara para el invierno y sus reservas de gas ya superan el 64,4% de su capacidad total, según Gas Infraestructure Europe. Para ello, ha compensado la reducción de las importaciones rusas con la compra del caro gas natural licuado y su sustitución progresiva por el gas canalizado desde otros países, desde Noruega al norte de África y Oriente Próximo. Todo ello a un alto coste: el precio al contado de este hidrocarburo supera los 1.600 dólares por cada mil metros cúbicos (unos 1.560 euros), varias veces más que hace un año.
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