Tenemos nuevo Gobierno, al que deseamos lo mejor por el bien de nuestro país, y nos vamos a permitir recordar algunos temas que afectan a nuestro sector y que sin duda plantearemos a los nuevos responsables de los ministerios competentes en cuanto nos sea posible.

Lo primero que hay que resaltar es la organización ministerial del nuevo gobierno, ya que el antiguo Ministerio de Energía pasa a llamarse Ministerio de Transición Ecológica, y además se ha puesto al frente a Dª Teresa Ribera, que sin duda es una de las mayores autoridades en esta materia no sólo de nuestro país, sino de la Unión Europea.

Nos parece que es toda una declaración de intenciones y nos parece realista, puesto que hay que cumplir con una serie de compromisos en materia de control de emisiones, que sin una planificación coherente y estricta no sería posible llevar a cabo. Sin embargo, nos permitimos recordar a la nueva ministra que hay vida más allá del coche eléctrico, que debemos de ir a tecnologías eficientes y a ser posible, con un grado de madurez que permita resultados a corto y medio plazo, sin olvidar los objetivos finales. Es posible que el futuro pertenezca al vehículo eléctrico, pero aún tiene que recorrer mucho camino para poder ser asequible a la mayoría de los ciudadanos, con unas prestaciones que cubran al 100% sus necesidades, hoy por hoy energías como el autogas o el GNC, creemos que son una alternativa viable y que, siendo de transición, pueden tener un importante papel en el cumplimiento de los objetivos a los que los Estados se han comprometido, necesarios y por los que apuesta el nuevo Gobierno.

En todo caso, les manifestamos una vez más nuestra absoluta colaboración en todo aquello que nos sea posible, sin ocultar que el sector no está para inversiones de imposible amortización ni siquiera a medio plazo.

El ministerio de Industria lo ocupa Dª Reyes Maroto persona de una indudable formación económica, de sus primeras declaraciones, aunque referentes a los apartamentos turísticos, se deduce que la preocupa el batiburrillo normativo que al respecto existe en las diferentes Comunidades Autónomas. No podemos estar más de acuerdo, en este caso referido a las distintas interpretaciones que de la normativa de seguridad industrial se realiza en las distintas administraciones. Esperamos que con la publicación de la Guía de interpretación de la nueva ITC-IP04, en la que nos consta que el Ministerio está trabajando junto con las Comunidades Autónomas, se resuelva al menos en una buena parte el problema y se unifiquen los criterios.

Por otra parte, creemos necesario que se revise la reforma de la Ley de Hidrocarburos realizada por el anterior gobierno en el año 2.013. Sin duda con la buena intención de crear un mercado más competitivo, en la realidad ha supuesto, como ya le avanzamos en su momento, un mazazo tremendo para las pequeñas y medianas empresas de nuestro sector. Ni los contratos de suministro en exclusiva, de 1 año de duración y renovables hasta 3 si no hay denuncia por parte del empresario, y no de una duración de 5 años como la normativa europea permite, ni por supuesto la intromisión de la Ley en competencias de carácter autonómico, como el urbanismo, de dudosa legalidad constitucional, han supuesto, en nuestra opinión, una mejora en nuestro sector. Lo que han provocado es una disminución de la inversión y una gran incertidumbre para la mayoría de las empresas, excepto probablemente para los franquiciadores de las estaciones desatendidas, a los que se les ha abierto un nuevo nicho de negocio, de excelente rentabilidad económica, aunque a nuestro entender de nula rentabilidad social, ya que aporta menos seguridad de las instalaciones y las personas, pérdida de puestos de trabajo y pérdida de derechos de los consumidores y de colectivos de especial protección, como son las personas con capacidades diferentes.

Por lo tanto, lo dicho, le deseamos lo mejor al nuevo Gobierno y nos ponemos a su disposición con la esperanza de que nos escuche antes de tomar las decisiones que estime convenientes.