La semana pasada, los 27 Estados miembro de la Unión Europea ratificaron, ante el Parlamento Europeo, la propuesta de reducir totalmente las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los coches nuevos a partir de 2035. O lo que es lo mismo: prohibir la matriculación de vehículos de combustión a partir de ese momento. Una norma que tiene sus excepciones: si te llamas Ferrari, McLaren, Aston Martin, Bugatti no tendrás que cumplirla… de momento.

Para este tipo de marcas, reducir las emisiones de CO2 se había convertido en todo un reto. ¿La razón? Teniendo en cuenta la concepción de los vehículos que fabrican, el efecto del peso de la batería en ellos y renunciar a motores tan característicos como los V8 o los V12 se antojaba complicado. Razón por la que algunos, como McLaren y Ferrari, han lanzado versiones híbridas enchufables de algunos de sus superdeportivos, pero es poco probable que los clientes se acerquen a las cifras oficiales de emisiones en el mundo real dada la autonomía limitada de las baterías.

Fue Agnes Pannier-Runacher, Ministra de Transición Energética de Francia, quien desvelo una de las excepciones de la nueva norma. En respuesta a una pregunta formulada en la rueda de prensa posterior al acuerdo, declaró: “En lo que respecta a los productores de nicho, la exención es hasta finales de 2035”. Confirmaba, así, que la Enmienda 121 impulsada por un grupo de diputados italianos había salido adelante.

Italia había sido uno de los cinco países europeos que abogaban por una extensión del plazo hasta 2040 con la que ya ha sido bautizada como ‘Enmienda Ferrari’. Una excepción que afecta a dos tipos de marcas: a las artesanales y a las que tienen unos reducidos niveles de producción. Comencemos por estas últimas.

Puedes leer el artículo completo de Diario Motor a través de ESTE ENLACE.