En los planes del actual Gobierno entraba la reforma los impuestos del diésel con el objetivo equipararlos a los de la gasolina, pero, de momento, esta propuesta ha pasado a ocupar un segundo plano. María Jesús Montero, Ministra de Hacienda, ha confirmado que no formará parte de los Presupuestos Generales del Estado.

Lo ha hecho en una entrevista concedida a la Cadena SER: “No es el momento de poner en marcha ninguna nueva fiscalidad en este sentido”. Son dos las razones que han motivado esta decisión.

La primera de ellas es el contexto económico generado a raíz de la Guerra de Ucrania: una reforma fiscal en medio de una inflación no es el mejor movimiento para el bolsillo de los ciudadanos, especialmente para el de aquellos que tienen un diésel en su garaje particular. La segunda es la bonificación de 20 céntimos que se aplica a todos los combustibles y que estará vigente hasta final de año.

La reforma de los impuestos del diésel

Cuando, en 2018, el Gobierno de Pedro Sánchez llegó por primera vez a la Moncloa anunció su intención de llevar a cabo una reforma fiscal en la que el diésel tenía su cota de protagonismo. De esta manera, además, daban respuesta a la veterana demanda que llega desde Bruselas.

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