Con los carburantes más caros al ir a repostar y el alza de la factura de la luz, la inflación subió en enero una décima hasta situarse en el 2,9% en tasa interanual, su nivel más alto desde junio. El aumento de los precios en el primer mes del año fue algo menor a lo que había previsto el Instituto Nacional de Estadística (INE), que en el avance publicado hace solo unas semanas había calculado un incremento del 3%. Los alimentos, que han traído de cabeza a los hogares durante meses, subieron un 1,8% por segundo mes.

Uno de los productos estrella de la cesta de la compra, el aceite de oliva, acumula una bajada del 21,9% en el último año. Baja también con fuerza, un 15%, el precio del azúcar, mientras que la carne de ovino y la de vacuno son bastante más caras que hace justo un año. Sus precios se han incrementado un 9,2 y un 8,6%, respectivamente. El cacao, el café y las infusiones tampoco dan tregua y suben un 9,5% con respecto a enero de 2024. Mientras, el pescado -ya sea fresco o congelado- se encarece un 5,8% anual.

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