El ministro Soria citó a los máximos responsables de Repsol, Cepsa y BP para trasladarles su preocupación por los altos precios de los combustibles y pedirles que "arrimaran el hombro" para controlar la inflación, que en agosto se situó en el 2,7% debido principalmente a la gasolina y el gasóleo.

OTRA VEZ EL IVA...

Durante el encuentro, los representantes de las principales petroleras que operan en España explicaron al ministro que los altos precios de los combustibles se deben a la elevada cotización internacional del petróleo y los carburantes, así como al cambio euro dólar y a la subida del IVA en España, según fuentes conocedoras de las conversaciones.

"Compartimos la preocupación del Gobierno por la inflación", aseguró la misma fuente, que insistió en que las compañías, si se "comieran" sus márgenes, sólo podrían ajustar "como mucho" esos 1 ó 2 céntimos que obtienen con la venta de un litro de carburante, a lo que añadió que las ventas del sector acumulan caídas de más del 5%. Además, los empresarios trasladaron a Soria sus discrepancias con cómo se establecen las comparativas de precios antes de impuestos con el resto de Europa, porque, a su juicio, actualmente son erróneas y hacen que los precios de España se sitúen por encima de la media.

Por ello, se han comprometido a celebrar, de forma inmediata, "sesiones de estudios técnicos" en las que expertos de industria y de las petroleras analizarán la metodología actual de los precios que se reportan y se establecerán parámetros de medición homogéneos de los precios antes de impuestos en los países de la Unión Europea.

MÁS GASOLINERAS 'BLANCAS'

El ministro tacha de "desproporcionado" el alza de los carburantes en agosto. Por ello, el Consejo de Ministros acordó el estudio de medidas para mejorar la competencia en el sector y contener el precio de las gasolinas, entre las que figuran una mayor carga fiscal sobre los operadores para reducir sus márgenes comerciales y una mayor liberalización en la instalación de estaciones de servicio.

Soria considera que en un momento de ajuste en el que se piden sacrificios a todos los sectores, los operadores petrolíferos no pueden permanecer al margen y elevar precios.