El acelerón que ha dado el petróleo en los últimos meses debido al estrangulamiento de oferta —la OPEP y productores como Rusia ampliaron el cierre del grifo a todo 2018— y porque la demanda crece sin pausa: en 2017 fueron 96,9 millones de barriles diarios, un 1,64% más que en 2016, según el informe anual publicado ayer por la OPEP en Viena, ha encarecido el precio de los combustibles en los últimos meses.

Según el Boletín Petrolero de la UE repostar 50 litros de diésel cuesta ahora de media 58,2 euros, un 27,9% más que en enero de 2016. O lo que es mismo, pagas casi 13 euros más. En los coches de gasolina, llenar el depósito con 50 litros cuesta 62,7 euros, casi diez euros más (un 17,7% de sobrecoste) que entonces.

Esa subida de hasta casi un 30% en las gasolinas palidece, en todo caso, frente al crudo. El petróleo ha pasado de cotizar en los mercados internacionales desde 27,8 dólares en enero de 2016, a los 70,26 dólares a los que se vendía esta semana. Un 153% de subida en dos años. Afortunadamente las variaciones de la materia prima no se trasladan directamente al surtidor. El crudo —del que se extraen los combustibles— solo representa el 40% del coste de la gasolina; el resto de lo que pagas son impuestos, costes logísticos, operativa, refinado... y el margen para las petroleras que, según ellas, solo representa del 1% al 2% del precio de cada litro.

Un texto de Héctro Garrido. Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3237891/0/precio-gasolinas-disparado-ul...