En julio fue el mayor esfuerzo para pagar los medicamentos, el copago, el que provocó un repunte de tres décimas en los precios, pero los analistas ya alertaban del papel que jugaban también los carburantes en esa subida. En agosto, fueron ellos los principales responsables de que la inflación se haya disparado cinco décimas hasta el 2,7%, la mayor alza de precios desde marzo de 2010, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Si se confirma este dato el próximo 12 de septiembre, la inflación interanual se situaría en niveles cercanos a los de noviembre de 2011, cuando la tasa llegó al 2,9%. Un nivel muy alto para una economía en recesión, que cae ya un 1,3% en tasa interanual y un 0,4% intertrimestral, con el consumo deprimido y a las puertas de una subida del IVA, que ejercerá una presión aún mayor sobre los precios.

Todo ello acerca a España el fantasma de la temida estanflación -precios elevados en una economía estancada-, aunque los expertos insisten en que los factores exógenos del alza del IPC y el hecho de que la inflación subyacente se mantenga por debajo del 2% impiden hablar puramente de estanflación.

El INE achaca la notable subida de los precios al encarecimiento de los carburantes y lubricantes. El litro de gasolina y de gasóleo ha marcado nuevos máximos históricos esta semana, tras encarecerse un 0,06% y un 0,14%, respectivamente, a las puertas de la operación retorno de las vacaciones de agosto y de la subida del IVA, que entrará en vigor mañana.

En concreto, el precio del litro de gasolina, que ya la pasada semana rompió la barrera de los 1,5 euros, se ha situado en 1,512 euros, mientras que el del gasóleo se ha situado en los 1,422 euros, según los datos del Boletín Petrolero.

Este encarecimiento en el precio será superior con la subida del IVA de un 18% a un 21%, a partir de mañana, que encarecerá en unos 3,6 céntimos de euro el precio del litro de gasolina y en unos 3,5 céntimos de euro el gasóleo.

Este repunte en los precios de los combustibles de automoción ha coincidido con la subida en los del petróleo en los mercados internacionales en las últimas semanas. La semana pasada, el Brent, de referencia en Europa, tocó los 115 dólares por barril, aunque ahora está en el entorno de los 112 dólares.

Pese a este repunte del crudo, el dato del IPC ha sorprendido a los analistas. "Esperábamos que la subida de la inflación en agosto fuera inferior, una o dos décimas, pero no tanto", asegura a Efe Ángel Laborda, director de Coyuntura de Funcas.

Este dato y la amenaza de una nueva subida en septiembre oscurece el futuro de la maltrecha economía española. Además, implicaría un gasto adicional en la partida de pensiones, que podría rondar los 2.000 millones si el Ejecutivo mantiene la tradición de compensar en enero a los pensionistas por la desviación del IPC. Para ello, se utiliza el dato de noviembre, que este año podría rondar el 3%, habida cuenta de que a las tensiones de los carburantes hay que añadir la del alza del IVA. Esta cifra es tres puntos superior al 1% de actualización que se aplicó en enero por lo que la desviación serían dos puntos, que implican 2.000 millones más de gasto.

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