El precio de la gasolina continúa al alza con valores récord, mientras el precio del barril de petróleo está en niveles similares a los de 2008. Aunque existe una relación entre ambos y, aparentemente, si baja el precio del barril de petróleo debería bajar el de los combustibles, hay otros factores que influyen en la ecuación, como el coste de producción o los impuestos.

Los expertos señalan que la relación entre el precio del petróleo y el de los carburantes no es directa. En el coste de venta al público se incluyen tanto la extracción del petróleo como su refino y transformación en diésel o gasolina, y la posterior distribución a las estaciones de servicio, cuyos costes también influyen en el precio final de los combustibles.

Los costes de refinar el petróleo y distribuir los combustibles afectan al precio de la gasolina

En la comparación entre el precio de la gasolina y el del petróleo solo se tiene en cuenta el precio del barril de crudo. Es decir, la fase de la extracción, primera etapa de la producción de combustibles. En concreto, el precio del barril de petróleo se determina “en las plazas internacionales donde se comercia con las materias primas”, según explica Mario Sánchez-Herrero, profesor de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

No obstante, Herrero señala que existen otras fases hasta que los carburantes llegan a los depósitos de los vehículos y que marcan el precio de la gasolina más allá del barril de petróleo. Así, el siguiente paso a la extracción es el refino, o la transformación del petróleo en gasolina y diésel, antes de la distribución o la venta en estaciones de servicio. En medio de ambas etapas, se sitúa el coste del transporte.

Puedes leer el artículo completo de Newtral a través de ESTE ENLACE.