Un año después de que Repsol anunciara que quiere ser una empresa neutra en emisiones de carbono en 2050, su nuevo Plan estratégico prevé reducir la inversión en exploración de hidrocarburos a 160 millones al año en el próximo quinquenio; alcanzó los 1.800 millones en2014.

Cuando Antonio Brufau llegó a la presidencia de Repsol, en 2004, su prioridad era "llenar la nevera", es decir, buscar hidrocarburos para disponer de un buen volumen de reservas y que la compañía dejara de ser "una petrolera sin petróleo". Bajo sus riendas, Repsol se embarcó en un potente ciclo inversor en exploración -unos 11.000 millones de dólares entre 2006 y 2015-, que le han permitido disponer de unas reservas de 3.000 millones de barriles.

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