El incendio que comenzó el pasado sábado en la refinería de Amuay, la mayor de Venezuela y una de las más grandes del planeta, a causa de una explosión provocada por una presunta fuga de gas se ha reavivado este martes después de que la estatal petrolera PDVSA anunciara que estaba totalmente extinguido.

Testigos situados cerca de Amuay han asegurado a Reuters que las llamas crecían nuevamente en uno de los tanques de almacenamiento que fue alcanzado por la explosión, una de las más letales y peores tragedias en la industria petrolera mundial.

Las autoridades habían logrado extinguir el fuego temprano, pero las llamas revivieron en menos de una hora. PDVSA había informado este martes a través de su cuenta de Twitter que habían extinguido "completamente" el incendio desatado por una fuga de gas y que estuvo confinado en tres depósitos de combustibles.

El titular de PDVSA y ministro de Petróleo y Minas, Rafael Ramírez, dijo el lunes que esperaban sofocar las llamas en los tres tanques de almacenamiento en dos días y estimó el reinicio de procesos para el próximo viernes.

En la madrugada de este martes los cuerpos de seguridad y bomberos lograron apagar los focos en dos de los contenedores afectados por la ignición que obligó a detener la unidad que procesa 645.000 barriles al día.

Un tercer tanque empezó a arder el lunes, sorpresivamente, y reavivó la zozobra de los residentes de la zona.

El accidente en Amuay ha provocado un aumento de los precios de la gasolina en un mercado ya inflado por la amenaza de la tormenta tropical 'Isaac' sobre las instalaciones petroleras del golfo de México.